sábado, 29 de marzo de 2008

Era callejero por derecho propio…


¡¡¡¡Perros blasfemos!!!!. Fue lo primero que me vino a la mente cuando supe de la muerte de MILO. Realmente me dio rabia saber que aquel fuerte y vigoroso galgo había sido muerto por unos vecinos inescrupulosos que le tiraron algún tipo de veneno.

¿Quien no disfrutaba de la agilidad y la choreza de este mastín puertas afuera?
Recuerdo cuando llegaba en bicicleta y me iba a ladrar y con todas las ganas de morderme hasta que se acercaba a mi y se daba cuenta que era yo. jajaj

Esto me hace pensar …¿así solucionamos los problemas los habitantes de este país? ¿Lo que no nos gusta lo matamos o destruimos?. Lamentablemente la historia parece decir: si

No hay comentarios: